domingo, 7 de agosto de 2011

Jugadores NBA: Algo más que simples números (Versión extendida y en colaboración con los lectores)

Espero ME AYUDÉIS a aumentar el artículo con vuestras aportaciones. Una vez comprobadas pasarán a ser parte de este artículo extendido que ha sido publicado en la WEB SOLOBASKET de manera más breve.
¡Saludos!
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“Para mis mellizos, que ya tienen su propio número: el número de la felicidad”.

Los números son algo sagrado. A veces los eliges y otras te eligen a ti, pero siempre expresan algo, tienen personalidad propia, un carácter, un sentimiento, tienen una historia detrás. La historia del nuevo que llega al equipo y no puede conseguir su número de toda la vida, la de la estrella que quiere homenajear a otro jugador o a alguien especial en su vida, la del veterano curtido en mil batallas que lo ha llevado desde que empezó a jugar y va camino del retiro, la historia de una venta por unos miles de dólares entre un rookie  que llega pisando fuerte y otro que está condenado a la oscuridad del banquillo… miles de historias, miles de sentimientos.
Hay números y números, y luego está el número. El único, el mítico, el místico, el onírico, el número con mayúsculas, el número sagrado. Sí, efectivamente, es el 23. Otros números (32  y 33) le siguen muy de cerca, sin envidia, pero aun habiendo conseguido similar estatus de divinidad, siguen estando como en el propio orden numérico por detrás del 23. El 23 es el número del baloncesto, es el número, y por ello todo gira en torno a este número etéreo y áureo. Pregunta a cualquiera cuál es el número más famoso de la historia del baloncesto y te dirá que el 23 de MJ. Sí, esto va de números (en la NBA), de dorsales concretamente (extraña palabra cuando en la actualidad los números aparecen también en la parte anterior de la equipación).
 Todos los números tienen su propio significado: el significado que el jugador le quiera otorgar. A veces también son objeto de bulos, mentiras, de rumores, de leyendas urbanas o inexistentes historias para encontrarles un significado.  Este artículo no pretende más que ser un repaso al significado y sentimiento, a veces puede que irreal y consecuencia de la rumorología, de esos dígitos que representan a los jugadores de la NBA. Y obviamente empezaremos por el primigenio, el divino 23.
 

A mediados de noviembre del 2009, y tras 7 temporadas en la NBA, Lebron James anunciaba su intención  de cambiar su habitual número 23 (que llevaba desde la High School por su admiración por “Air” Jordan, por otro número. El número elegido sería el 6 debido a su también admiración por Julius Erving “Doctor J” (que curiosamente jugó un tercio de su carrera con el 32, en los Virgina Squires  y New Jersey Nets) , por ser su número en la selección USA, así como el día (6 Octubre) del nacimiento de su primer hijo.
 Pero la cosa no se quedaba en eso, porque además aconsejaba a los jugadores que no eligiesen el 23, por respeto a MJ, ya que debería de ser retirado por la NBA. ¿Un poco tarde no? La cuestión es que la NBA rápidamente contesto que la retirada de números concierne a las franquicias, y que pese a tratarse de Michael Jordan y el número más famoso de la historia de la NBA, podría ser un agravio comparativo con otras grandes leyendas de la liga. Jordan también lo tenía claro: “No hay un jugador por encima (de otros)”.
El 23, el número, aparece muy ligado al nombre de Michael Jordan desde sus comienzos en el baloncesto. Jugó con en el instituto de Laney  y en la universidad North Carolina con el 23 que siguió haciendo mítico con los Bulls. Al parecer lo eligió porque su hermano, al que idolatraba, usaba el 45, y al considerarse la mitad de bueno que él (22.5) se quedó con el 23. Tras su primera retirada, cuando su padre fue asesinado  “curiosamente” un 23 de julio,  M.J. jugó con el 45 en su retiro al mundo del beisbol (White Sox de Chicago  y  Birmingham Barons). En su primer retorno a la NBA tuvo que jugar con el 45 porque su número original estaba retirado por los Bulls, aunque al igual que en el beisbol, no le dio demasiada suerte porque su equipo cayó en las semifinales de conferencia ante Orlando en 1995.
Tampoco han sido los dos únicos dorsales vestidos por “Air” Jordan porque  llegó incluso a jugar con el 12 porque un fan le robó la camiseta en un partido contra Orlando de 1990. Otro dato curioso es que hasta 2009, el 23 de Jordan era la única camiseta (junto a la del jugador de fútbol americano de los Miami Dolphins Dan Marino) que habían retirado los Miami Heat (donde nunca jugó). Luego llegarían los números de Alonzo Mourning y Tim Hardaway.
Pero como se puede imaginar el número 23 no es el único que tiene una historia. Así pues hagamos un repaso a los secretos, manía, fobias, dedicatorias y todo lo imaginable que se esconde tras los números de muchos de los jugadores:
El “(ex)agente” 0, Gilbert Arenas,  usó  ese número porque según ha confesado 0 eran los minutos que decían jugaría con la universidad de Arizona. Tras su tumultuosa salida de los Wizards hacía Orlando, eligió el número 1 en honor a otro jugador mítico de la franquicia, Penny Hardaway.
Drew Gooden, eligió el 0 porque asegura que le recordaba que cuando llegó a NBA no era nadie. Pero tras fichar por Cleveland y ante la negativa de compañero a vendérselo (sí, los números se mercadean en la NBA), optó por ponerle un 9 delante, 90. Tras pasar por multitud de equipos con el 90, ha vuelto a su 0 original en los Clippers y Milwaukee.
Tracy McGrady empezó su andadura en la NBA con el 1 de su jugador favorito.  ¿En honor a quién? Penny Hardaway, quién sino. Aunque cambió su 1 por el 3 para promocionar el documental “3 Points Darfur” que contaba su viaje a Sudan y Chad en el verano del 2007. Amar’e Stoudamire por el contrario, hizo el camino a la inversa: cambió su 32 por el 1 en Phoenix, ya que tras sus operaciones de rodillo, quería demostrar que era el número 1 en la temporada 2006-2007.
John Wall optó por el 2, ya que 11 que había lucido siempre estaba retirado por la franquicia capitalina de los Wizards. Está claro que sale de la suma de su anterior número.
Las creencias religiosas hicieron que Wade escogiese el número 3, ya que para los católicos es el símbolo de la Santísima Trinidad. Hoy su número tiene más sentido si cabe. Otro como Chris Paul “CP3”, eligió su nombre por ser el tercer C.P. de su familia, después de su padre y hermano.
Curioso lo de Allen Iverson. Toda una vida NBA con el 3 pero en su etapa en los Pistons de Detroit se tuvo que conformar con el 1, ya que cuando consiguió que Rodney Stuckey se lo cediera, la NBA no autorizó el cambio (hasta la temporada siguiente que ya no se encontraba en el equipo).
Otro que cambió su 4 habitual, fue Chris Webber. En su etapa en los Pistons, al estar el 10 de Joe Dumars retirado, escogió el 84 debido a un sueño que tuvo un sobrino del jugador.
Kidd empezó llevando el 5 (3+2) por su ídolo de juventud: efectivamente, “Magic” Johnson. Luego sería el genuino 32 en Phoenix, el  5 nuevamente en New Jersey, y ha terminado siendo campeón con Dallas con el 2.
Andrew Bogut usó el 4 en su etapa universitaria, pero al ser elegido por los Bucks y estar el número retirado en honor a Sidney Moncrief, eligió el 6. Señalaba en una entrevista que este número que usó en la escuela y la selección, le recordaba como siempre era elegido el último (y le daban ese número), por lo que lo considera una vuelta a sus raíces.
Ben Gordon ha usado siempre el número 7, símbolo de la buena suerte, pero parece que con la llegada de rookie  Brandon Knight, los rumores apuntan empezará a usar el 8. El rookie se quedará con el 7 para recordar que 6 equipos pasaron de elegirlo en el Draft del 2011. Caso similar fue el de su compañero Tayshaun Prince con el 22.
Lamar Odom tuvo que pagar una gran cantidad a Brian Cook para conseguir el 7 angelino, porque según dice era el número de la suerte en el bingo de su abuela.
 El 8. El número originario de Kobe Bryant. La razón de su elección fue que en el prestigioso Campus Adidas ABCD de 1995 (donde consiguió el MVP), maravillo a los presentes con el número 143. A cogerle gusto al número  y como una numeración de 3 dígitos no es posible en la NBA, optó por la suma que sale 8, logrando el número de su jugador favorito en Italia que era Mike D’Antoni. Años más tarde, 2006, cambió su número 8 por el  24 (su primer dorsal de instituto) ya que su segundo de  dorsal, el 33 de Lower Merion, estaba retirado de los Lakers por tratarse del Kareem Abdul  Jabbar. A saber qué pensaría de este cambio el base de los Golden State Warriors,  Monta Ellis, que lleva el 8 en honor a Kobe.
 Uno que ha tenido que ir evolucionando es Mike Bibby que pese a llevar el 10 desde secundaria, ha tenido que jugar con el 00 y el 0 en sus dos últimos destinos. Mike llevaba el 10 por la palabra Dime (moneda de 10 centavos en EEUU), que se relaciona con las asistencias, en las que es especialista.
Dennis Rodman empezó su carrera profesional como el Bad boy número 10, pero al recalar en los Bulls tuvo que ponerse el 91 para simbolizar ese número (9+1). En los Lakers eligió el 73, ¿casualidad? No, el 7 informaba de que había sido 7 veces el máximo reboteador de la liga, y el 3, el número de anillos de la NBA que había ganado hasta ese momento.
Otro grande, el pívot  Dwight Howard eligió su número, el 12, porque dándole la vuelta formaba el 21 de Garnett en Minnesota.
Steve Nash pasa de la supuesta mala suerte del 13 usándolo. Como el 11 que usaba  en el instituto estaba ocupado, eligió el 13 que usaba un gran amigo del instituto. 
Otro que piensa que su número da suerte y es muy supersticioso, es Vince Carter, que ha usado el 15 en Toronto, New Jersey y Orlando. Salvo en los Suns que ha tenido que conformarse con el 25.
Del 15 al 7 ha pasado Carmelo Anthony al llegar al Madison Square Garden. ¿La razón? Al estar el 15 retirado ¡por dos jugadores! de los Knicks, optó por la resta entre su número en la escuela y el 22 que usaba en Denver. Resultado: el 7, día del cumple de su hijo. Curiosamente su compañero en Denver y New York, Chauncey Billups cambió del 1 al 7 al llegar a su Denver natal para honrar al exNFL de los Denver Broncos, John Elway. Actualmente usa el 4 porque el 7 pertenece a “Melo”.
 La historia de  Pau Gasol con el número 16 no deja de ser curiosa. Como antiguamente los números utilizados iban del 4 al 15, y los números 16 y 17 los solían utilizar los juniors que a veces eran convocados con el equipo principal. Como el 16 fue su número la primera vez que lo convocaron con la primera plantilla, no dudo en mantenerlo cuando pasó a formar parte de la primera plantilla del Barcelona.
Uno raro, el 17, es el que usó Chris Mullin por su ídolo céltico John Havlicek.
Marco Belinelli fue el número 18 del Draft del 2007, y con ese número comenzó su andadura NBA en Golden State. Anthony Parker sin embargo lo lleva para recordar sus años en la liga israelí, ya que para los judíos es el número de la suerte.
La historia del argentino Manu Ginobili llama la atención. Pese a posar en la rueda de prensa de presentación con los Spurs con el número 6, tuvo que cambiar de número, porque los aficionados no veían bien que un recién llegado llevase el número que acababa de dejar Avery Johnson. La mala suerte no acabó en eso, porque cuando fue a escoger el 10 (el otro número que había usado en su vida deportiva), resultó que se lo habían dado a otro jugador un par de semanas antes. Visto lo visto, los Spurs le ofrecieron el 20, y pensó “se ve bien, así que eso es lo que me llevo”.
El 21 de Garnett en Minnesota se debe a la admiración por su amigo y que compañero de equipo Malik Sealy, que lo usó en la universidad de St Johns. La fatalidad quiso que Sealy muriese en un accidente de tráfico regresando de la fiesta del 24 cumpleaños de Garnett en 2000. Garnett a su llegada a Boston tuvo que cambiarlo por encontrase el número retirado (Bill Sherman) por los Celtics y los rumores dicen que eligió el 5 por su puesto en el Draft o porque el 5 simboliza el equipos ideal (5 buenos jugadores sobre la cancha).
El 24 nos deja una historia curiosa. Un recién llegado a los Rockets Rick Barry encontraba su número 24 ocupado por Moses Malone (que llevó 8 números diferentes durante su larga carrera). La solución: jugar los partidos de casa con el 2 y los de fuera con el 4. Como Barry dijo: "Pensé que Moses Malone era demasiado grande para pedirle que cambiáramos los números".
A vueltas con los números ha andado el polémico Ron Artest o Metta World Peace. Se estrenó en los Bulls con el 15, el mismo que usaba en su etapa universitaria, para cambiarlo por el  23 en honor a Jordan y el 91 en honor a Rodman en los Pacers. Volvió a su genuino 15 después de la sanción por la macropelea de Auburn Hills, aunque traspasado a Sacramento vestiría 93. En los Rockets vistió el 96. Curiosamente Artest jugó la temporada 2009-2010 con el 37 (un tributo a Michel Jackson que mantuvo su mítico Thriller 37 semanas en el número uno de los Pop Charts) para volver al 15 en la 2010-2011, que según declaraba su psiquiatra le había dicho que significaba “no parar de defender”.
Rasheed Wallace cambió su típico 30 por el 36 durante algunas temporadas en los Detroit Pistons, según se puede leer en distintos lugares, por la muerte de un hermano a los 36 años.
Shawn Marion eligió el 31 en su llegada a la NBA por la admiración que sentía hacía Reggie Miller. Durante su carrera ha tenido que lucir el 7 y el 0.
“Magic” hizo del  32, otro de los números legendarios de la NBA. Lo llevó desde sus comienzos en la High School con los Vikings, aunque lo  cambió en la universidad de Michigan State por el 33 y finalmente en los Lakers volviendo al 32 (el 33 pertenecía a Jabbar).
Karl Malone intento jugar con el 32 en los Lakers, incluso en la rueda de prensa posó con el número, pero el problema es que era el de “Magic” Johnson  y creó polémica. Finalmente usó el 11 que era su número en el Dream Team.
 Del 32 se despegó Andray Blatche, que pasó a ser el 7 para recordarle que tenía que estar centrado los 7 días de la semana para realizar un buen trabajo.
Otros dos míticos, mantuvieron su 33, desde sus comienzos estudiantiles hasta el final de sus longevas carreras: Kareem Abdul Jabbar (Power Memorial, UCLA, Milwaukee Bucks y  Lakers) y Larry Bird (Springs  Valley, universidad de Indiana y  Boston Celtics). ¡Eso es fidelidad a un número!
Grant Hill comenzó a jugar con el 32 para homenajear a “Magic”, pero al llegar a la universidad no pudo escoger ese número y optó por el 33, sabedor de que “Magic” también lo llevó en su periplo universitario.
Uno que no lo pudo conservar hasta el final de su carrera fue Patrick Ewing, que tras mantener su mítico 33 tras llegar a los Supersonics procedente de los Knicks, lo cambiaría por el 6 en últimas temporadas en Orlando (por pertenecer el 33 a Grant Hill).
El “Gordo” Barkley cambió el 34 por el 32 en honor al retirado por causa del VIH, “Magic” Johnson, en la temporada 1991-1992. Más vueltas ha dado Shaquille O’Neal  que ha usado el 32, 33 (universidad), 34 y el 36 al final de su carrera. ¡Lástima por el 35!
Paul Pierce lleva el 34 porque en su etapa de High school  porque era el uniforme más grande que había y el único que le iba bien. Desde entonces…
El 35 es el número de Kevin Durant, en recuerdo a su entrenador en los PG Jaguars, Charles Graig, que falleció con esa edad.

Kendrick ha pasado del 43 en los Celtics al  5 en los Oklahoma City Thunders porque los SuperSonics de Seattle retiraron el 43 de Jack Sikma. Todos los números retirados (y títulos ganados) por los Supersonics pertenecen actualmente a los Thunders y cuelgan del techo de su pabellón, porque la franquicia se mudó a Oklahoma. ¡Tremendamente curioso!
Andréi Kirilenko planeaba usar el 13 en su llegada a la NBA, al igual que lo hacía en su selección, pero al estar ocupado y ante la idea de un compañero escogió el 47, que simboliza el fusil de asalto ruso AK-47.
Dikembe Mutombo estaba empeñado en escoger el 15 cuando llegó al equipo de la universidad, pero su entrenador creía que los hombres altos debían escoger un número por encima de 30. Creyó que el número ideal para Dikembe era el 55 y desde entonces lo llevó con orgullo por la NBA, pregonando aquello de ¡not, in my house!
77, número del amable gigante rumano Gheorge Muresan que lo eligió porque medía 7 pies y 7 pulgadas. No fue el único, años antes lo hizo el espigado Shawn Bradley con su 76 en los Sixers. Radmanovic tuvo que duplicar su número 7 de toda la vida porque en aquel momento el  7 era de Rashard Lewis en Seattle.
Como veis las curiosidades, anécdotas e historias que hay detrás de los números de los jugadores son inagotables, y sería imposible reseñarlas en un único artículo. En éste hemos repasado una cuantas, pero seguro que nos hemos dejado muchísimas por el camino que en futuro intentaremos rescatar, porque los números son  importantes ¿o no?

4 comentarios:

  1. Si no recuerdo mal, fue Raja Bell el que incitó a Kirilenko a llevar el 47 por el tema del rifle que comentas.

    Y sobre números, Raul López llevaba el 14 tanto en la Penya como en la Madrid (en su primera etapa). Cuando llegó a Utah, el 14 era intocable por Jeff Hornacek. Le ofrecieron el 24, porque era "parecido" al 14.

    Parece que le gustó y no tuvo superstición (pese a las lesiones) porque en Akasvayu Girona y en el Madrid (segunda etapa) también lo llevó.

    A todo esto, grandísimo artículo!!

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  2. Gracias Pau.
    El que le recomendo a Kirilenko el mote, fue Quincy Lewis, exBilbao y exAlicante.
    Ya miraré lo de Raul.
    Saludos

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  3. Por si te sirve.... http://www.basketconfidencial.com/articulo/Numerolog%26iacute%3Ba+%28I%29_1634.html

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  4. Gracias! Algo he podido extraer.
    Un saludo

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