miércoles, 13 de julio de 2011

Baloncesto ¿Quién dijo que "todo" es salud?

Introducción Politicamente Incorrecta:

En muchas ocasiones se tiende a unir deporte con salud, pero esta suposición es más que discutible y más, cuando hablamos del deporte de élite. El baloncesto no es una excepción en este aspecto, y tanto en el panorama pasado como en el actual, hay casos que llaman la atención (aunque el "problema" en la amplia mayoría de las veces no derive de la práctica de este deporte) por tratarse de personas de una mayor proyección mediática. Salvando las lesiones, tan comunes en nuestro deporte, en este breve artículo hablaremos de graves o raras enfermedades, trastornos genéticos, operaciones, “curiosidades”, etc que sufren y han sufrido algunos jugadores de baloncesto en los últimos años.

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La nómina de jugadores con problemas del corazón es extensa. Algunos han podido seguir jugando como Mario Kasun (dio el susto en abril 2008 jugando en el AXA Barcelona), otros como el  exKnicks  Cuttino Mobley tuvieron que retirarse antes de tiempo, otros se retiraron pero vuelven como el argentino Fabricio Oberto, y una larga lista de jugadores no podrán tener esa suerte porque murieron trágicamente en la cancha o fuera de ella por sus problemas cardiacos. Hank Garthers, Ángel Almeida, Robert "Tractor" Traylor, Kevin Willemond, Marvin Stone, "Martillo" Gilliam y otr@ much@s nos han dejado por culpa de este organo vital. Vaya este artículo como homenaje.
El cáncer también ha sacudido el baloncesto y  la NBA. El jugador de Denver Nene Hilario tuvo que ser operado del cáncer de testículos, pero por suerte para él y todos los que amamos el baloncesto, ha podido volver a jugar sin mayor problema. Su entrenador George Karl también le ganaba la partida a la enfermedad después de que en 2010 le diagnosticaran un cáncer de garganta.  La experiencia no le era ajena, ya que su hijo Coby Karl fue intervenido quirúrgicamente para extirparle un tumor en la glándula tiroides años antes, siguiendo con la práctica del baloncesto.
Sergio Luyk fue desgraciadamente el caso más sonado del panorama nacional, tras dejarnos después de estar años luchando contra la enfermedad.
Dos casos singulares serían los casos de Sean Elliot y Alonzo Mourning. El primero, ganó su único título con los Spurs antes de recibir un trasplante de riñón (tras un periodo de parón volvería a jugar), y el segundo por el contrario, lo hizo tiempo después de su trasplante, con los Miami Heat en 2006. En el caso de Zo, Patrick Ewing estaba dispuesto a donarle un riñón e incluso se hizo las pruebas de compatibilidad. 
Earvin “Magic” Johnson fue uno de los casos más llamativos y que más repercusión tuvo de la década de los 90. Tras anunciar en noviembre 1991 que era portador del VIH y retirarse, volvió para jugar el All Star de ese mismo año (y ser el MVP), además de pasearse con el genuino Dream Team por las Olimpiadas de Barcelona 1992. En 1996, volvía a sorprender a todos, jugando 32 partidos con los Lakers a un gran nivel. No hace falta decir que Johnson es un abanderado de la lucha contra esta enfermedad.
Los pulmones han jugado malas pasadas a jugadores como Pete Mickeal o Pape Sow, que han tenido que matenerse retirados de la cancha durante un tiempo por sufrir tromboembolismo pulmonar.
 La NBA ha contado con al menos dos jugadores diabéticos: el retirado pívot de los Knicks Chris Dudley, y en la actualidad, Adam Morrison. Ambos padecen diabetes del tipo 1, y por tanto han de inyectarse insulina a diario para hacer frente al aumento de glucosa en sangre y todas las consecuencias nocivas que ello tiene. Además Dudley tiene una fundación para ayudar a los afectados por esta enfermedad.
Un caso rarísimo es el de Randy Foye. El jugador de los Clippers tiene situs inversus, o lo que es lo mismo, una alineación errónea de los órganos del cuerpo que los sitúa al lado contrario. Vamos que su corazón está en la derecha y no en la izquierda.
El dominicano Charlie Villanueva carece de pelo en el cuerpo porque sufre alopecia areata. Para ayudar a la gente que sufre esta afección, Charlie Villanueva también tiene su propia fundación.
Daniel Santiago usa gafas como protección ya que cuando jugaba en los Bucks, un rival le produjo una importante lesión en la córnea. En su etapa en Unicaja fue operado en dos ocasiones por problemas en sus ojos.
 Dos de los equipos de este Eurobasket probablemente contarán con dos jugadores un tanto especiales. En Eslovenia seguramente esté Miha Zupan, sordo de nacimiento y que se vale de unos audífonos y de la lectura de labios para seguir las indicaciones que le dan. En Lituania también destaca Martynas Poncius, que perdió dedo y medio en su juventud en el colegio, pero no por ello no deja de ser un gran tirador. A reseñar también el caso de Gerald Green, ganador del concurso de mates de la NBA del 2007, al que falta parte del dedo anular de la mano derecha ya que lo perdió con ocho años colgándose de una canasta en su casa. En el caso contrario está “Tanque” Frank Tolbert (que ha militado está temporada en la liga lituana) que tiene polidactilia, malformación por la que tiene 6 dedos en cada mano.

Entre los jugadores retirados destacan el caso de Todd McCullough, exjugador de los Sixers  que dejó la práctica del baloncesto por tener un trastorno neurológico denominado enfermedad de Charcot-Marie-Tooth y que afecta a los nervios motores y sensoriales.
Asimismo, son muchos los jugadores que han tenido problemas temas hormonales que inciden en su altura: Roberto Dueñas o el rumano Gheorge Muresan sufren de acromegalia, algo que les sirvió para llegar a la altura de 2.21 y a los 2.32 respectivamente. Otros: Semenova, Tachenko o el argentino "Gigante" González.
El ámbito cerebral es caso aparte. Mahamud Abdul-Rauf  tiene Sindrome de Tourette, que aparte de tics le obligaba a seguir rutinas para controlar su concentración. Rafer Alston tiene síndrome de Asperger, una variante dentro del autismo. Delonte West  por su parte, es de los únicos jugadores que ha hecho público sus problemas de depresión y de desórdenes del  comportamiento.  En este apartado tampoco podíamos dejar de mencionar a Metta World Peace (antes Ron Artest) cuyos problemas psicológicos son evidentes.
Por cierto, y tras leer el artículo, creo que no seguirás pensando que los jugadores de baloncesto son superhombres con la salud de hierro...

1 comentario:

  1. El antiguo pívot de Blazers y Heat Brian Grant sufre Parkinson; el Hawk Jason Collier falleció de un ataque al corazón por problemas no detectados, y el también pívot Lance Allred, habitual de la DLeague (con alguna incursión en NBA) tiene sordera casi absoluta.

    Saludos

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